En el salón de belleza de su madre, quien es súper fanática de Milly Quezada, Luchy Pérez aprendió a cantar sus primeras notas, y en su presentación mostró los frutos de años de ensayar frente al espejo y frente a sus clientes. Con “El hombre que yo amo” convenció a Musicólogo, Eddy y Milly. Si no escogía a Milly su madre la quitaba de la herencia.